Testimonios

Con frecuencia en mi consulta, en algún momento, cuento la historia del bambú. Creo que es una excelente metáfora acerca del  proceso terapéutico y su objetivo. Si somos capaces de tener paciencia en el cultivo de nuestro interior, si sabemos echar raíces fuertes en cuánto a nuestra identidad y si somos flexibles una vez que salimos al mundo y nos encontramos con nuevas formas de ser y existir, entonces seremos exitosos y podremos enfrentar la vida con sabiduría y crecer a pasos agigantados como personas.” 

Nika Massoumian     

Cuando se planta una semilla de este árbol, el bambú no crece inmediatamente por más que se riegue y se abone regularmente. De hecho, el bambú japonés no sale a la superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, después de estos siete años, el bambú crece más de treinta metros en solamente un mes.
Y es que durante esos siete primeros años crece hacia abajo, haciendo expandir sus raíces hasta lo más profundo. ¿Por qué? Porque es sabía y se está preparandoPorque esos siete años de raíces le dan la fuerza y flexibilidad para afrontar los vientos fuertes. Su vida reside en su raíz, y aunque cortes el tallo, éste seguirá creciendo. Si la desgracia cae sobre él, sabe renacer de sus cenizas y llegar otra vez a lo más alto empezando desde casi cero. 

 

ALGUNOS TESTIMONIOS

‘Cuando encontré a Nika buscaba a una terapeuta especializada en dependencia emocional… ‘

Pasaba por un duelo debido a un divorcio y no sabía gestionarlo. El duelo se había convertido en una pequeña depresión y estaba agotada por completo. Desde el inicio confié instintivamente en su buen juicio, su cuidado y profesionalidad. Reconozco que la inclusión de EMDR, tapping, etc. me hacía salir de cada sesión con un poco de esperanza más, con un poco menos de dolor, con un poquito más de cura. Desde el inicio estaba claro que quería que fuera emocionalmente autosuficiente pero siempre ha respetado mis tiempos. Para mí la espiritualidad es muy importante y ella la respetó siempre y me hablo desde códigos que yo pudiera entender y sentirme comprendida. Siempre ha habido seguimiento en la distancia (cuando ya he ido caminando sola). La tengo presente por si en algún momento me colapso y necesito un apoyo para entender y seguir creciendo. Ahora me gusto y me quiero (cosa que nunca había sentido) y aunque Nika se quita importancia, no podría haber hecho todo este camino y estos pasos de gigante sin ella. Siempre agradecida… por fin tomé conciencia de mi necesidad de ayuda, de encuentro conmigo, y no por casualidad encontré a Nika…

Manuela, 48 años

‘Cuando pongo la mirada en esa etapa, siento inmensa gratitud…’

Veo la apertura que fue surgiendo en mi, reconocerme, mirarme con más amabilidad y compasión hacia mi misma, gracias a su profesionalidad… pero fue su escucha empática, respeto y acogimiento que me transmitían calidez, Alegría, dulzura, confianza, CONEXIÓN de corazón a corazón.

De alguna manera intuí que conoce y transita el camino del alma. Para mi eso es un plus, plus, plus. En mi corazón tiene un espacio. Conexión con lo que somos realmente es el mayor regalo. Gracias siempre Nika.

María, 54 años

‘Llegué porque estaba rota por dentro y quería encontrar consuelo…’

No sabía que el proceso me conduciría al encuentro más íntimo conmigo como mujer, como ser humano. Buscaba limpiar y sanar una herida, y descubrí que esta era mucho más profunda y vieja; lo esencial y el daño no estaban fuera de mí.

Y hallé consuelo en el ritual del abrazo inicial y final de cada día de consulta, herramientas para calmar el dolor y gestionarlo, sabiduría para aceptar, perdonarme y perdonar. Cada día de terapia me regaló un espejo donde observar mi propio reflejo, un pedacito de camino en el que aprendí a andar con seguridad, con dignidad y sin miedo, sin deseos de huir. Fui para sanar el corazón y el alma, salí con un tesoro: yo misma (además de con una maravillosa amiga).

Ha sido uno de los momentos más duros y, también, de los más nutritivos de mi vida. Así que no me canso de agradecer a la vida que Nika apareciera en mi camino. A sus ojos y su abrazo le debo en buena medida la mujer que soy: más pulida y limpia, más sabia y serena. Desde el corazón, gracias, querida amiga.

Pilar, 54 años

‘Las personas en la Vida aparecen en el momento justo…’

Y así apareció Nika en nuestras vidas y digo nuestras porque lo que en un primer momento era una terapia personal termino siendo una terapia Familiar y estoy y estamos todos muy agradecidos porque la crisis nos llevaba a romper vínculos donde había mucho dolor y falta de comunicación y allí Nika fue el puente para escucharnos y comprender sanar y recomponer… Hoy la familia está entera y seguimos creciendo porque las crisis son cambios y oportunidades, pero desde el Amor y el Respeto… Gracias Nika por tu labor muy bien hecha, como persona y profesional.

Lidia, 59 años

‘Lo difícil fue dar el primer paso, pero, una vez que te sientas con Nika a charlar, todo fluye solo…’

Sin juicios. Sin prisas. Su mirada profesional pero tremendamente humana te guía por el camino del autodescubrimiento.

Cada vez se abren más puertas, se caen más velos y llegan la serenidad y el empoderamiento. Me siento muy afortunada por haberla encontrado.

Esther, 38 años

‘La vida puso en mi camino a Nika, y nunca le estaré lo suficientemente agradecida por lo que me ha enseñado…’

Por cómo me ha cuidado y cómo me ha tratado: con humildad, con cariño y sin juzgarme. Encontré una gran profesional, no tanto por sus conocimientos, que son muchos, si no por su capacidad humana para empatizar, escuchar y entender. Te guía en el proceso, adaptándose en cada momento a tus estados de ánimo, inquietudes, rabia y lágrimas, buscando la mejor manera, y los mejores métodos para ayudarte, acompañándote con sus palabras, con sus silencios y con el simple roce de sus manos para hacerme saber que no estas solo. En mi caso, saber que siempre puedo recurrir a ella, me hace estar tranquila; recordar sus palabras y sus consejos en momentos difíciles, me hace saber que voy por buen camino, porque, aunque fracase o aunque no esté muy conforme con aceptar sus indicaciones o sugerencias en determinados momentos de frustración, nunca me juzga. Su manera de ser y de tratarte, te hace confiar en ella. Ella ha confiado en mí antes que yo misma. Es necesario mostrarle lo mejor y peor de uno mismo, de esta forma consigue llegar a lo más profundo, pero a la vez consigue que te sientas seguro, que te sientas bien, aún pasando una hora entera llorando en su consulta, aún sintiendo que todo va mal, estar con ella es estar el lugar correcto.

Estela, 42 años

‘El primer día que fui a ver a Nika iba con todo mi mundo desmoronado…’

Con un miedo muy grande al futuro y con una sensación absoluta de no poder avanzar. Ella me ayudó a situar el pasado en el pasado, después de haberlo podido verbalizar por fin. A continuación me fue mostrando aspectos de mí misma que yo era incapaz de ver, a darme mayor confianza para tomar decisiones, me enseñó estrategias para afrontar mis dificultades, me recomendó libros que me ayudaron mucho, además de presentarme a personas en el «Rincón del Alma» que me han aportado tanto. Pero, además de sus conocimientos como terapeuta, su serenidad, su cercanía y su afecto también han causado un gran efecto sobre mí. Gracias, Nika.

Amparo, 55 años

‘Tras una crisis de ansiedad, recurrí a ayuda farmacológica y psicológica (psicólogo gratuito por medio de mi seguro privado). Abandoné la terapia después de unos meses decepcionado y más hundido…’

Una amiga me puso en contacto con Nika. Pronto aprendí, que debía aceptar que siempre habrá olas en mi vida, pero puedo aprender a surfear. Y así comencé a equilibrar mi estados de ánimo. Te llevo dentro. Gracias Nika.

A.T.B, 60 años

‘Nika, excelente profesional con un lado humano muy desarrollado y una sensibilidad que hace que te muestres tal y como eres desde el principio…’

Al poco de trabajar con ella tenía claro que era la persona adecuada para ayudarme, gracias a su capacidad para escucharme, comprenderme, darme calma y asesorarme.

En mi caso concreto y gracias a las herramientas que me enseñó a utilizar, a día de hoy puedo hacer mi vida superando miedos.

José, 43 años

‘Nika fue una grandísima ayuda, en un momento de mi vida que toqué fondo…’

Fue un proceso de acompañamiento desde el respeto a mi complejo ser. Un proceso de dejar sacar el dolor para sanar. Ella me ayudó a encontrar herramientas para recuperar mi equilibrio interno, desde la meditación, el dibujo, el ejercicio…para identificar mis estados emocionales y transformarlos en crecimiento. Mi absoluto agradecimiento por su trabajo como profesional, que ejerce con respeto y empatía a la vez, con equilibrio.

Clara, 47 años

‘Decidí acudir a terapia con Nika en un momento en el que me sentía totalmente inseguro en cuanto a relaciones sociales, con mi aspecto físico, mi capacidad para afrontar estudios…’

Mi paso por su consulta me ayudó a poder analizar y ver con perspectiva cada uno de los aspectos de mi vida, todo lo que me preocupaba y me hacía vulnerable. Aprendí a conocerme, saber cuáles son mis limitaciones y cuáles son mis aptitudes, a encontrar todo lo que yo puedo ofrecer a los demás y todo lo que puedo ofrecerme a mí mismo. Volví a tener autoconfianza, lo que me permite poder alcanzar, poco a poco, distintos objetivos en mi vida diaria, ser capaz de afrontar los nuevos retos y dificultades que se me presentan, así como valorar la importancia de tener cerca a mis seres queridos, aceptar su ayuda y yo mismo ser un apoyo para ellos.

SCG, 24 años

Nika Massoumian Golzar - Doctoralia.es